El Paraíso no existe

Poco a poco, los ingleses se están dando cuenta de que abolir la rueda, como medio de llegar a la Nueva Jerusalén, tiene sus problemas y que, al final, la rueda es sustituida por una herramienta redonda, que gira y permite el traslado de objetos y personas. Esta es la metáfora que se usa en The Guardian para describir, primero, las ilusiones que algunos ingleses concibieron sobre el acceso al Paraíso concretado en el Brexit y, después, el choque con la cruda realidad de que no hay free lunch, que el precio para llegar a ese supuesto Paraíso hace que se pierda la ilusión por llegar a él, reconociendo el engaño (propio o inducido) que supuso creer que se iba a llegar con facilidad a esa Tierra Prometida en la que “mana leche y miel” como prometió YHWH a su Pueblo Escogido cuando les sacó de la esclavitud de Egipto (Éxodo 3:8).
Es una constante en la Humanidad, no una excepción. Los movimientos milenaristas europeos se ha producido y reproducido. El “culto de la carga” (cargo cult, que no “culto del cargo” que eso se deja para los políticos) ha sido frecuente. 
En casi todas las religiones (y digo casi porque el budismo es algo diferente) existe la idea de que llegaremos al Paraíso… después de nuestra muerte, razón por la que hay que ser buenos y portarse bien (ser bueno y portarse bien cambia de religión a religión y de secta a secta dentro de una misma religión). Lo curioso es lo fácil que es pasar de esa creencia para el “más allá” a su aplicación al “más acá”. El artículo que cito lo describe, como ya se ha hecho numerosas veces, para el Brexit, pero creo que se puede aplicar a todos los demás “exits” europeos de ahora: el Catalexit (otros lo llaman Catexit) de inmediato, pero también a los demás separatistas que tienen que convencer a sus seguidores de que “la libertad está en tu mano”, como decía la propaganda política del PSOE en las Españas de 1977, es decir, que con la independencia se sanarán todos nuestros males y nuestra tierra manará “leche y miel”. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. El problema es despertar. De alguna forma esa sí es una forma de liberación.
(Añadido el 18: un análisis de lo poco paradisíaco que puede resultar el Brexit que puede ser útil para lo que sería el Catalexit también presentado como un acceso al paraíso en la tierra)